Tal vez nada en el mundo fascine tanto a los niños como las maravillas de los cuentos de hadas. Y es que, con sus brujas, sus hechizos mágicos y sus reinos de ensueño, estos cuentan estimulan la imaginación de los más pequeños, les enseñan el inestimable valor de la virtud o el ingenio y les demuestran que la fuerza del amor puede vencer todas las adversidades.