Mónica entrena perros para la Policía Nacional, aunque siempre ha querido ser detective, y
tiene que lidiar con una madre que siempre está llamando su atención. A raíz de la extraña
muerte del paseador de perros del barrio recupera el contacto con cuatro antiguas amigas con
las que se encargará de investigar qué sucedió: una que actúa como madre de su propia madre,
infantilizada e insegura; otra que fue maltratada y manipulada por su progenitora; otra que está
luchando para que la ame antes de que la olvide para siempre debido a una enfermedad...
Juntas forman el grupo de «Las malas hijas» porque, aunque lo intentan, nunca se sienten lo
suficientemente buenas. ¿Conseguirán unas y otras superar sus diferencias, ayudarse y
sobrevivir a un mundo que cada vez les exige más como mujeres y como hijas? ¿Resolverán el
misterio de la muerte del paseador de perros y descubrirán la importancia que tuvo en las vidas
de sus madres?