Grecia continental sigue siendo una de las regiones europeas menos conocidas: montañas, lagos, desfiladeros, ríos, bosques... y, sí, también playas. Su paisaje es extraordinario. Desde el Desfiladero de Vikos en el norte, -el segundo desfiladero más largo de Europa-, hasta los rudos paisajes del remoto Máni en el sur, la Grecia continental es una región de belleza pasmosa. Es una tierra de montañas, como las cordilleras de Píndos y Parnassós y el monte Olimpo. Es también una tierra de aldeas de montaña y de atractivas ciudades a orillas de lagos, como Kastoriá y Ioánnina, que se alzan como gemas resplandecientes en contraste con las aguas azules. Para muchos, la península es la cuna de la Grecia clásica: la riqueza histórica de Atenas, las ruinas de Olimpia, Delfos, considerada por los antiguos como el centro del universo.